Saltar al contenido
Portada » Slow travel: viajar lento, viajar mejor

Slow travel: viajar lento, viajar mejor

Slow travel - viajar lento

El slow travel, o viaje lento, es una forma de hacer turismo que se está extendiendo en los últimos años. Promueve viajar con calma, de una forma más consciente, inmersiva, y disfrutando también del trayecto, no solo del destino.

¿Qué es el Slow Travel?

El Slow Travel es una forma de viajar que se centra en la calidad de la experiencia, en lugar de la cantidad de sitios visitados. Permite explorar con detenimiento los destinos que se visitan, de una forma más inmersiva y menos superficial. A diferencia del turismo convencional, viajar lento permite sumergrise en la cultura local y vivir una experiencia más auténtica.

Beneficios de viajar lento

El Slow Travel tiene numerosos beneficios, tanto para los viajeros como para los destinos turísticos. Algunos de estos beneficios son una mayor conexión con la cultura local, menos estrés, una reducción del impacto ambiental, impacto positivo en la economía local, y una experiencia más auténtica.

Al viajar lento, y profundizar en el destino, nuestra comprensión del mismo es mayor, por lo que el impacto negativo que se puede producir con un turismo superficial o de masas, se reducirá considerablemente, incluso pudiendo tener un impacto positivo.

El dinero que gastemos repercutirá positivamente en la económía local. El transporte lento es menos contaminante. Y las actividades que realicemos permitirán un intercambio cultural mucho más profundo.

Qué tener en cuenta al planificar un viaje slow travel

Slow Travel no es un tipo de turismo, es una forma de viajas, y todos los destinos permiten una experiencia de viaje más lenta y consciente.

Lo primordial es importante investigar sobre la cultura local, la gastronomía y las actividades que puedes realizar para sumergirte en el lugar, a la vez que se respeta la población local y el entorno.

Una vez que hayas elegido el destino de tu viaje, puedes optar por alojarte en un alojamiento alternativo, como una casa familiar, o pequeños establecimientos, en lugar de en un gran hotel.

Además, puedes utilizar medios de transporte más lentos, como bicicleta o caminar, para explorar los alrededores.

No hagas un planning muy apretado, y que siempre quede lugar para la improvisación. Viajando lento, surgirán alternativas que no querrás perderte por tener un horario o planning que cumplir. Es importante que te tomes tu tiempo y disfrutes de cada momento. No te preocupes por ver todo en un día, sino por disfrutar de cada lugar y experiencia.

Realiza actividades que te permitan integrarte en la cultura local, prueba su comida y aprende sobre sus costumbres. Esto será más fácil si te relacionas con los habitantes del lugar, ya que estarán encantados de darte recomendaciones sobre su verdaderas costumbres, y no solo las experiencias turísticas que salen en las guías.

Otro consejo importante es que te desconectes de la tecnología y disfrutes del presente. Evita utilizar el teléfono móvil o el ordenador y concéntrate en lo que te rodea. De esta manera, podrás disfrutar de una experiencia más auténtica y relajante.

En definitiva, el Slow Travel es una filosofía de viaje, que no solo permite a los viajeros disfrutar de una experiencia más auténtica y conectarse con la cultura local, si no que también reduce el impacto negativo del turismo en el destino.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *