
El turismo será, y de hecho, ya lo está siendo, uno de los sectores más afectados por el cambio climático y sus consecuencias.
No me quiero extender en hablar sobre el cambio climático a nivel global, ya que todos lo conocemos en mayor o menor medida, pero me gustaría hablar sobre cómo afecta el cambio climático al turismo.
Pero antes de eso… vamos a plantear la pregunta al revés: cómo afecta el turismo sobre el cambio climático? Pues mucho más de lo que nos gustaría…
Aquí van los datos más significativos de los últimos informes al respecto:
- El turismo es el responsable del 8 % total de las emisiones globales
- Del total de las emisiones del sector turístico,:
- 75% corresponden al transporte (40% aéreo, 32% automóvil y 3% resto de transportes)
- 21% alojamientos
- 4% otras actividades turísticas
- Del total de las emisiones de C02 generadas por el transporte en el mundo, el 22% están causadas por el turismo.
- Se prevé un aumento exponencial del turismo, y por tanto de las emisiones. Por ejemplo entre el 2009 y 2013 estas emisiones aumentaron un 15%. Y según estimaciones (pre-Covid), se prevé que las emisiones de C02 derivadas del turismo, aumenten un 25% hasta el 2030.
Hay que tener en cuenta que estas emisiones son generadas en su gran mayoría por los países más ricos, que son los que emiten más turistas a destinos donde se generan estas emisiones. Además, no se tiene en cuenta toda la energía y recursos consumidos en la construcción de hoteles, de aeropuertos, fabricación de recursos para el turismo…
IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL TURISMO
Así que ahora que hemos visto los efectos del turismo sobre el calentamiento global….Vamos a ver algunos de los principales impactos negativos del cambio climático en el turismo:
- Fenómenos meteorológicos adversos: el aumento de frecuencia de huracanes, tifones, tormentas tropicales, creará inseguridad en algunos destinos, además de los daños provocados en los atractivos turísticos.
- Subida del nivel del mar: este aumento hará desaparecer muchos destinos de playa
- Aumento de las temperaturas: el aumento de la temperatura producirá cambios en las temporadas, tanto de nieve (más corta), como en la de verano, donde las temperaturas serán demasiado altas y los turistas posiblemente busquen destinos menos calurosos. Esta subida de la temperatura alterará los ecosistemas, afectando también los comportamientos de los animales y plantas, cambiando de temporadas por lo que el turismo basado en observación de animales, botánico (por ejemplo las visitas en épocas de florecimiento), etc. se verá afectado.
- Pérdida de biodiversidad y ecosistemas: degradación de los atractivos naturales (desertificación, pérdida de especies,…), y por tanto, pérdida de atractivo de los destinos naturales.
- Y de forma indirecta, todos los cambios socioeconómicos que habrá debido a este cambio climático, afectarán también comportamiento de los turistas, además de la escasez de recursos, aparición de nuevos virus, etc.
Pasando a la acción: ¿qué podemos hacer?
El cambio climático está producido principalmente por las emisiones de estos gases de efecto invernadero, así que uno de los puntos a tener en cuenta a la hora de hacer un viaje sostenible y responsable, sería intentar reducir la huella de carbono.
Pero ¿qué es la huella de carbono? Se trata de un indicador medioambiental que refleja los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por un individuo, empresa o actividad. Aunque los GEI son unos cuantos, la huella de carbono se mide en toneladas de CO2.
Básicamente nuestras elecciones del destino que visitamos, el medio de transporte que usamos, y dónde nos alojamos, es lo que más puede influir a la hora de reducir la huella de carbono en nuestros viajes. Podéis ver aquí información de HUELLA DE CARBONO Y VIAJES
Como agentes turísticos, ya sean alojamientos, turoperadores, destinos o empresas de actividades, hay dos puntos a tener en cuenta: la mitigación, y la adaptación.
La primera, busca reducir estos impactos, y la segunda, adaptarse a ellos cuando ya no es posible mitigarlos.
Medidas de mitigación del cambio climático en turismo:
- Fomentar turismo de proximidad
- Evitar transportes innecesarios
- Priorizar viajes en tren o transporte público. Si es en transporte privado,
- Reducir el consumo de energía en los establecimientos turísticos, usar energía verde / renovable, un sistema eficiente
Medidas de adaptación:
Adaptación de los programas de viaje a las condiciones climáticas:
Debido al cambio en las condiciones climáticas, se tendrán que adaptar los horarios de los viajes programados, especialmente aquellos con actividades al aire libre, en el mar, etc.
Algunos ejemplos:
- En destinos donde haga mucho calor, para evitar las horas de más insolación, se tendrán que modificar los horarios de las excursiones, y hacerlas muy pronto por la mañana o a última hora (como ya se hace actualmente en algunos destinos).
- Adaptar las actividades de playa a las subidas del mar. Aunque actualmente ya se hace, al subir el nivel del mar se tendrá que tener aún más en cuenta las mareas a la hora de organizar este tipo de actividades marítimas.
- También en actividades en ríos… El deshielo es posible que aparezca en otras fechas, y habrá que tenerlo en cuenta si alguna ruta hay que cruzar algún río, o para hacer descenso de barrancos, rafting…
- Actividades invernales: las actividades que implican nieve, glaciares, etc. verán modificada sus fechas de realización, debido a la escasez de nieve.
Acceso a tecnología de predicción/alertas:
Es imprescindible hacer uso de los sistemas de alertas y predicciones para prever cualquier fenómeno climático o natural (huracán, ola de calor, inundación, terremoto, tsunami, erupción volcánica, etc.). Con estas herramientas, cada vez más precisas, y una cierta flexibilidad para adaptar el viaje a estos fenómenos, facilitará y mejorará la experiencia del viajero, evitando además situaciones adversas en destino. También el uso de webcams en directo para comprobar el estado del tiempo, de playas, cauce de ríos, etc. Puede facilitar la organización de algunas actividades turísticas.
Campañas de información y sensibilización:
Es imprescindible hacer campañas educativas (ya sea a través de anuncios, redes sociales, blogs, etc.) dirigidas a los turistas actuales y potenciales, ya que los propios viajeros son los que más capacidad de adaptación tienen. Pueden cambiar las fechas del viaje, el destino, las actividades, etc. Y aunque también depende de la capacidad económica y disponibilidad de vacaciones, la información es básica. Un turista bien informado, tomará mejores decisiones. Se podría informar de los impactos del cambio climático en los destinos más masificados, y ofrecer alternativas a esos destinos.